domingo, 21 de abril de 2019

Meditacion para Fortalecer el Alma Sonrie!!!!


EL SACRAMENTO DE LA SONRISA

Si yo tuviera que pedirle a Dios un don, un solo don, 

un regalo celeste,
 le pediría, creo que sin dudarlo, que me concediera 
el supremo arte de la sonrisa. 
Es lo que más envidio en algunas personas.
 Es, me parece, la cima de las expresiones humanas.

Hay, ya lo sé, sonrisas mentirosas, irónicas, despectivas 

y hasta ésas que 
en el teatro romántico llamaban «risas sardónicas».
 Son ésas de las que Shakespeare decía en una de sus comedias 
que «se puede matar con una sonrisa».
 Pero no es de ellas de las que estoy hablando. 
Es triste que hasta la sonrisa pueda pudrirse. 
Pero no vale la pena detenerse a hablar de la podredumbre.

Hablo más bien de las que surgen de un alma iluminada, 

ésas que son como la crestería de un relámpago en la noche, 
como lo que sentimos al ver correr a un corzo,
 como lo que produce en los oídos el correr del agua de una fuente 
en un bosque solitario, ésas que milagrosamente
 vemos surgir en el rostro de un niño de ocho meses y que
 algunos humanos -¡poquísimos!-
 consiguen conservar a lo largo de toda su vida.

Me parece que esa sonrisa es una de las pocas cosas que 

Adán y Eva lograron sacar del paraíso cuando les expulsaron 
y por eso cuando vemos un rostro que sabe sonreír tenemos 
la impresión de haber retornado por unos segundos al paraíso. 
Debe de ser, por ello, muy fácil enamorarse de gentes o personas
 que posean una buena sonrisa. Y ¡qué afortunados quienes tienen 
un ser armado en cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor 
maravilloso!

Pero la gran pregunta es, me parece, cómo se consigue una sonrisa.

 ¿Es un puro don del cielo? ¿O se construye como una casa? 
Yo supongo que una mezcla de las dos cosas, pero 
con un predominio de la segunda. Una persona hermosa, 
un rostro limpio y puro tiene ya andado 
un buen camino para lograr una sonrisa fulgidora.
 Pero todos conocemos viejitos y viejitas con sonrisas fuera de serie.
 Tal vez las sonrisas mejores que yo haya conocido jamás las encontré
 precisamente en rostros de monjas ancianas:
la madre Teresa de Calcuta y otras muchas menos conocidas.

Por eso yo diría que una buena sonrisa es más un arte que una herencia. 

Que es algo que hay que construir, pacientemente, laboriosamente.

¿Con qué? Con equilibrio interior, con paz en el alma,

 con un amor sin fronteras.
 La gente que ama mucho sonríe fácilmente. Porque la sonrisa es, 
ante todo, una gran fidelidad interior a sí mismos. 
Un amargado jamás sabrá sonreír. Menos un orgulloso.

Un arte que hay que practicar terca y constantemente.
Aprender en la vida, dejando que la alegría interior vaya

 iluminando todo cuanto a diario nos ocurre e imponiendo 
a cada una de nuestras palabras la obligación de no llegar
 a la boca sin haberse chapuzado antes en la sonrisa.

Y es que en toda sonrisa hay algo de transparencia de Dios,

 de la gran paz. Por eso me he atrevido a titular este comentario
 ha- blando de la sonrisa como de un sacramento. 
Porque es el signo visible de que nuestra alma está abierta
 de par en par.
Autor: Jose

Luis Martin Descalzo.

Meditacion de Pascuas Hoy te comparto mi camino de conversion de este año 2019, Un Abrazo!!!

Visita el sitio de esta Imagen  El Club de los Libros perdidos

«Después de esto había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina,
llamada en hebreo Betzata, que tiene cinco pórticos.
En éstos yacía una muchedumbre de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos.
 Había allí un hombre que padecía una enfermedad desde hacía treinta y ocho años.
Jesús, al verlo tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dijo: 

¿Quieres ser curado? El enfermo le contestó: 
Señor; no tengo un hombre que me introduzca en la piscina cuando se mueve el agua; 
mientras voy desciende otro antes que yo.
 Le dijo Jesús: Levántate, toma tu camilla y anda.
Al instante aquel hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar Aquel día era sábado

. Entonces dijeron los judíos al que había sido curado:
Es sábado y no te es lícito llevar la camilla.
El les respondió: El que me ha curado es el que me dijo: Toma tu camilla y anda.
 Le interrogaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: Toma tu camilla y anda?
 El que había sido curado no sabía quién era,
pues Jesús se había apanado de la turba allí reunida.» (Juan 5, 1-16)

Jesús, ves a este hombre que lleva tanto tiempo paralítico -¡treinta y ocho años!-
y te compadeces de él.

«¿Quieres ser curado?», le preguntas.

Jesús, también a mí me haces esta pregunta: ¿Quieres ser curado?

¿Quieres que te ayude a vencer este o aquel defecto?

¿Quieres que te dé alas para volar en la vida interior, es decir,
 gracia para que puedas amarme más?

Parece mentira, pero a veces no me interesa.

No me interesa enterarme más; no me interesa comprometerme más;
no me interesa que me ayudes tanto, 

no sea que se me complique la vida más de lo que ya la tengo.

«Señor, no tengo un hombre que me introduzca en la piscina».

Cuánta gente podría decir lo mismo: Jesús, no tengo a nadie que me eche una mano,
que me ayude en mis necesidades materiales o espirituales: nadie que me oriente;
nadie que me dé un buen consejo; nadie que me apoye cuando lo estoy pasando mal.

¿Puede quejarse así alguien de los que están a mi alrededor?

Jesús, si quiero parecerme a Ti, tengo que abrir bien los ojos,
para que nadie de los que me rodean pueda quedarse sin mi cariño,
 sin mi ayuda, sin mi palabra de cristiano.



«Hay una sola enfermedad mortal, un solo error funesto: conformarse con la derrota, no
 saber luchar con espíritu de hijos de Dios. Si falta ese esfuerzo personal, el alma se paraliza
y yace sola, incapaz de dar frutos…

-Con esa cobardía, obliga la criatura al Señor a pronunciar las palabras que Él oyó del paralítico,
 en la piscina probática:

«hominem non habeo!»- ¡no tengo hombre!

-¡Qué vergüenza si Jesús no encontrara en ti el hombre, la mujer; que espera!» (Forja.- 168).

Jesús, Tú también me necesitas para meterte en la vida de muchos.

Has querido que sean tus apóstoles de cada tiempo los que siembren, con su ejemplo
 y con su palabra, la doctrina del Evangelio.

Y para ello «necesitas» mi santidad.

«La manera de enseñar algo con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo,
 ya que la enseñanza pierde toda garantía cuando la conciencia contradice las palabras»
 (San Gregorio Magno).

No puedo quedarme parado, paralítico, con una vida interior raquítica, incapaz de dar fruto.

No quiero que me digas: «No tengo a nadie que me ayude».

Te tengo que ayudar.

Y para eso, no puedo conformarme con la derrota, sino que he de saber luchar con espíritu
de hijo de Dios, con esfuerzo personal.

Jesús, ayúdame una vez y siempre a levantarme de mis derrotas, a volver a luchar.

Tú me necesitas vibrante, apostólico, lleno de fuerza espiritual.

Es muy cómodo quedarse ahí tirado, sin querer moverse, ni levantarse, ni seguirte.

Pero hoy, te acercas de nuevo aun y me vuelves a preguntar: «¿Quieres ser curado?»

Que te diga -con obras, con esfuerzo personal-
 siempre que sí, de modo que me contestes,
como al paralítico: «levántate, toma tu camilla y anda.»



Esta meditación está tomada de:
"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona

Meditacion en tiempo de Pascua , Te comparto mis meditaciones!!!! Feliz Pascua!!!

Imagen del sitio El Trastero de mi mente















































«Como el Padre me amó, así os he amado yo. Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho esto para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.» (Juan 15, 9-11)

 Jesús, hoy me revelas claramente el secreto de la felicidad: «Os he dicho esto para que vuestro gozo sea completo.»

¿Cómo no voy a seguir fielmente una receta que viene de Dios, que es el que me conoce mejor?

Aunque a veces me pueda parecer un contrasentido, ¿me voy a fiar más de mí que de mi Creador?

¿Quién puede darme mejores pistas sobre qué debo hacer, que aquel que me conoce mejor que yo mismo?

Tú me has creado de la nada a tu imagen y semejanza: Tú eres el «inventor», y por ello sabes mejor que nadie cómo funciono, y qué efectos tienen en mí mis propias acciones.

Tú sabes bien lo que, en el fondo, me perfecciona como persona o me envilece.

Y no sólo eres mi Creador, sino que me amas con amor infinito: «Como el Padre me amó, asíos he amado yo.»

Me amas, Jesús, con amor de Dios, con amor divino.

¿Qué he hecho yo para merecer tanto amor?

¿Cómo no voy a estar seguro, sereno, lleno de paz y de alegría, cuando Tú me proteges y me mimas con mil cuidados, cuando eres capaz de dar tu vida por mí?

Esta combinación de confianza en tus conocimientos de Creador, y confianza en tus buenas intenciones de Padre, deberían dejarme bien claro que la mejor opción para mi decisión libre, la opción más inteligente, es la obediencia a tus mandatos, el seguimiento de tu voluntad.

«Permaneced en mi amor.»

Por eso, Jesús, sólo me pides que no te abandone, que no traicione a ese amor tan grande que me tienes, que te devuelva amor por Amor: que te quiera sobre todas las cosas.

Y ¿cómo?

Guardando tus mandamientos.

«Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor.»

Jesús, ayúdame a guardar tus mandamientos, a estar siempre en gracia, a permanecer en tu amor.

Es justo que te ame así, porque Tú me has amado primero.

«Jesús resumió los deberes del hombre para con Dios en estas palabras: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente» (…). Dios nos amó primero. El amor del Dios Único es recordado en la primera de «las diez palabras». Los mandamientos explicitan a continuación la respuesta de amor que el hombre está llamado a dar a su Dios» (C. I. C.- 2083).
«Nada hay mejor en el mundo que estar en gracia de Dios» (Camino.- 286).

Jesús, Tú quieres que mi alegría sea completa, máxima, y para eso me das este consejo: permanece en Mí, permanece en estado de gracia, porque entonces Yo estoy en tu alma y mi gozo está en Ti.

No se trata de estar en gracia sólo en el momento de la muerte para así conseguir la vida eterna.

Eso ya es mucho, pero puede ser muy poco si me he pasado la vida haciendo equilibrios con la gracia.

Puede ser muy poco porque, efectivamente, nada hay mejor en el mundo que estar en gracia de Dios.

Que me dé cuenta de una vez, Jesús.

No vale la pena nada que pueda apartarme de Ti.

En el fondo ya lo sé; lo que ocurre es que, a veces, me falta fortaleza para guardar tus mandamientos en determinadas circunstancias o ambientes, o con aquellos amigos, etc….; y pierdo la cabeza.

Ayúdame Tú, Jesús.

Yo, por mi parte, te prometo poner todos los medios a mi alcance:

-cuidar la vista;

-no ir a -o dejar de ver- ciertos espectáculos o películas;

-ser sobrio en las comidas; aprovechar bien el tiempo;

-trabajar con perfección;

-acudir con regularidad a los sacramentos;

-no dejar suelta la imaginación;

-aconsejarme sobre los libros que leo;

-ser sincero en la dirección espiritual;

-tener devoción a la Virgen, etc.

Si me ves empeñado en guardar tus mandamientos, te volcarás y me harás saborear -ya en este mundo y, después, en la vida eterna- esa alegría profunda que hoy me prometes: «para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.»


Esta meditación está tomada de:
"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona



lunes, 15 de abril de 2019

Meditacion con el Rosario de Maria y Rosarios



Buen Dia, hoy te comparto mis oraciones y especialmente un sitio lleno del Amor de Maria,ademas te comento que estoy armando unos rosarios muy bonitos y coloridos asi como denarios aqui te dejo fotos si te gustan puedes encargarlos dejando un mensaje en este blog, o bien en mi faceboock gracias!!!!
"En este tiempo grande y santo en el que habéis entrado orad de un modo especial por aquellos que no han sentido el amor del Señor. Orad y esperad.”
Oremos con Maria

Padre, líbranos de todo mal,
con tu Santa Sabiduría, Señor,
sálvanos de todo pecado.
En nombre de todos cuantos te queremos,
Señor, lIévanos por el camino del bien.
Amén

El que reza esta oración nueve días seguidos
acompañada con un Rosario le concederé una
gracia muy especial.


7-9-84 – CONSAGRACION A LA VIRGEN

!Oh Madre! Quiero consagrarme a Tí.
Virgen María, hoy consagro mi vida a Tí,
siento necesidad constante de tu presencia
en mi vida, para que me protejas, me guíes
y me consueles.
Sé que en Ti mi alma encontrará reposo
y la angustia en mi no entrará,
mi derrota se convertirá en victoria
mi fatiga en Ti fortaleza es.
Amén
Rosarios artesanales preparados con mucho amor rezando el rosario cada uno 100$





Se envian por correo pero el gasto del envio es por cuenta del comprado


21-11-83 PM 8

“…Amados hijos, rezad mucho el Rosario…” “Reíd, no lloréis, permanece tranquila, llegaréis al final”.
“Hija mía, te digo que tu palabra es revelación de nuestro Señor; pasarán los días e irás revelándolas, por eso te digo: Lee detenidamente mis mensajes, eres portadora de amor, alegría y paz. Tu cuerpo está débil, mas tu espíritu día a día se fortalece; tu empeño moverá rocas. Gloria al Eterno Padre”.

Aqui te comparto un video del grupo San Juan Pablo II rezando el Rosario
hermoso recuerdo rezando en la parroquia Santo Tomas Moro en el año 2014 
Gracias Maria Madre de las Almas Consagradas por estos bellos momentos!!!