domingo, 26 de mayo de 2019

«si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres» (sacrificio)… «y ven después y sígueme» (apostolado).



«Y se le acercó uno, y le dijo: Maestro, ¿qué cosas buenas debo hacer para alcanzar la vida eterna? El le respondió: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es el bueno. Por lo demás, si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos. Le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le respondió: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Díjole el joven: Todo esto lo he guardado. ¿Qué me falta aún? Jesús le respondió: Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los Cielos; luego ven y sígueme. Al oír el joven estas palabras se marchó triste, pues tenía muchas posesiones.» (Mateo 19, 16-22).
Mi vida cristiana consiste en luchar por mejorar en las virtudes.

No hay límite en amar a los padres o al prójimo; no hay límite en la virtud de la sinceridad, de la pureza o de la justicia; y mucho menos hay límite en amar a Dios sobre todas las cosas.

«¿Qué cosas buenas debo hacer? Guarda los mandamientos».

Jesús, que no me confunda: guardar los mandamientos no es un conjunto de limitaciones, sino una guía, un compendio de direcciones que debo seguir para «entrar en la Vida.»

Esas direcciones que marcan los mandamientos son las virtudes; especialmente las virtudes teologales -fe, esperanza y caridad- y las virtudes morales -prudencia, justicia, fortaleza y templanza-.

Mi vida cristiana consiste en luchar por mejorar en las virtudes.

Por eso, la Iglesia no proclama santa a una persona sin demostrar antes que ha vivido las virtudes en grado heroico.

Me dices, de ese amigo tuyo, que frecuenta sacramentos, que es de vida limpia y buen estudiante. -Pero que no «encaja»: si le hablas de sacrificio y apostolado, se entristece y se te va.

No te preocupe. -No es un fracaso de tu celo: es, a la letra, la escena que narra el Evangelista: «si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres» (sacrificio)… «y ven después y sígueme» (apostolado).

El adolescente  -se retiró también entristecido: no quiso corresponder a la gracia» 
(Camino.-807).
Jesús, guardar los mandamientos, crecer en las virtudes, es un programa válido para todo cristiano.

La llamada a la santidad es universal: de todos esperas esa lucha por vivir las virtudes en grado heroico.

Pero a algunos les pides más, dándoles una gracia interior que les hace preguntarse: «¿qué me falta aún?»

¿No podría hacer más por Ti?

«Vende cuanto tienes y dalo a los pobres; luego ven y sígueme.»

Jesús, cuando llamas a alguien a seguirte más de cerca, no le pides solamente unas cosas buenas, sino todo: recursos materiales, ilusiones profesionales, tiempo, y -sobre todo- el corazón; ese corazón que has creado para amar y que, al entregártelo, se hace aún más capaz de amar.

De esta manera, Jesús, el apóstol vive en el mundo con un corazón ensanchado, engrandecido por tu cercanía y por el trato íntimo contigo, pues Tú eres el verdadero Amor.
Y ese Amor se vuelca en obras de caridad para con las demás personas, y tiene como fruto característico la alegría: una alegría inmensa -lo contrario de la tristeza con la que se marchó el joven rico- que nada ni nadie puede arrebatar.


Esta meditación está tomada de:
"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona








domingo, 19 de mayo de 2019

UN NUEVO PENTECOSTÉS PERSONAL - Fray Alejandro Ferreirós OFMConv.



JMS

Muy Bueno Saber cambiar es saber vivir. Y la clave está en la unión de dos valores: sabiduría y cambio.



SABIDURIA Y CAMBIO


Saber cambiar es saber vivir. Y la clave está en la unión de dos valores: sabiduría y cambio.

La sabiduría nos ayuda a discernir qué conviene conservar y qué conviene desechar o renovar.

Luego, con decisión y entusiasmo, cambiamos lo que hay que cambiar y así salimos del estancamiento o la mediocridad.

No es fácil cambiar, sobre todo para los orgullosos y los comodones. A ellos siempre los deja el tren de la historia.

Ejemplos de lo valioso que es saber cambiar hay miles y uno nos lo ofrece el mundo de la perfumería.

En 1921, Coco Chanel se alejó de los olores florales predominantes y mezcló 60 fragancias para un nuevo perfume.

En lugar de un nombre poético o seductor usó una cifra y lo bautizó #5, algo que causó sensación.Además, se atrevió a usar un envase pequeño y no los grandes frascos que estaban de moda. Su éxito fue clamoroso porque supo cambiar y supo arriesgarse

Imagen del sitio Mis cosas de Carlos Alberto 


"Busca sólo la gloria de Dios y, amando a todos, no te preocupe que otros te entiendan"
 (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Forja).
 De las contradicciones hemos de sacar muchos frutos. No sólo no deben hacernos perder la paz, ni ser causa de desaliento o de pesimismo, sino que han de servirnos para enriquecer el alma, para ganar en madurez interior, en fortaleza, en caridad, en espíritu de reparación y de desagravio, en comprensión; podemos esforzarnos en nuestros deberes cotidianos; hacer un apostolado más eficaz. El Señor se valdrá de esas horas de dolor para hacer el bien a otras personas. La Virgen Nuestra Madre, que nos ayuda en todo momento, nos oirá particularmente en los más difíciles, "... pídele que te obtenga de la trinidad Beatísima más gracias..... para que cuando en la vida parezca que sopla un viento fuerte, seco, capaz de agostar esas flores del alma, no agoste las tuyas, ni la de tus hermanos"
 (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Forja)

"Gracias Señor por lo bueno y por lo malo que ocurre en mi vida. Lo bueno me recuerda Tu amor, lo malo me templa para merecerlo."

Te invito a meditar ,con cinco minutos bastan:
La vida es como un eterno mecerse, hacia adelante, y hacia atrás.
Nunca detenerse en el centro, tan sólo una pequeña pasada por momentos de equilibrio, y luego camino al eterno columpio.
Recuerda esto a esas ancianas que se apoltronan en su silla mecedora y se pasan horas inclinándose hacia adelante, y hacia atrás. La mirada fija en el horizonte, como horadando en los recuerdos del pasado en un instante, y escrutando en las incertidumbres del futuro al momento siguiente, siempre meciéndose.
De repente la vida me inclina hacia delante, y mi mirada se fija en el horizonte, feliz de estar vivo. Son momentos donde todo parece perfecto, la vida me sonríe y acaricia suavemente, y me invade una sensación de seguridad y confianza. Hasta me parece increíble que tiempo atrás estuviera angustiado y triste. ¿Soy acaso la misma persona, soy yo mismo el que no veía más que los peligros y las tristezas de la vida? Me voy a dormir por la noche con paz en el corazón, y nada puede amenazar mi sueño.
De repente algo ocurre, y la vida se inclina hacia atrás. Avanzar parece imposible, estoy estaqueado contra el suelo, inmovilizado. Una pesada nube se cierne sobre mí, y los miedos y las angustias me sofocan. Mi pecho parece hundirse y querer ser absorbido por mi estómago, me doblo y hundo en la desesperanza. ¿Soy acaso la misma persona, era yo mismo aquel que lograba ver la vida con alegría y confianza? Me acuesto por la noche, y me duermo pesadamente.

Sin embargo, tras pocas horas de sueño profundo me despierto transpirado y lleno de angustias. La noche a mi alrededor parece un pozo sin fondo, por el que caigo sin lograr sujetarme de los riscos que pasan a mi lado mientras me hundo en las profundidades de la desesperanza y el desasosiego.
Me he caído y levantado tantas veces, que ya no me quedan ganas de seguir meciéndome. Cuando estoy en momentos de felicidad, me invade de repente la convicción de que irreversiblemente caeré nuevamente hacia el vacío de los miedos y la angustia. Y cuando estoy en el fondo del pozo, siento tanto cansancio que ya no sé como haré para trepar por las paredes escarpadas para subir a la luz y respirar nuevamente aire fresco. ¿Por qué me ocurre esto? ¿Acaso no hay algo que deba aprender en este eterno mecerme?
“Te basta Mi Gracia”, me dice el Señor en la voz de San Pablo, por lo que he aprendido a rezarle así a mi Buen Jesús:



"Gracias Señor por lo bueno y por lo malo que ocurre en mi vida. Lo bueno me recuerda Tu amor, lo malo me templa para merecerlo."



Si, mi Jesús. Cuando Tú me regalas el bien y la esperanza, acepto profundamente en mi corazón que sólo a Ti debo agradecer. Comprendo que debo sumirme en la humildad, en el pleno reconocimiento de que eres Tu el autor de todo lo bueno que viste mis días de luz. Mi mirada fija en el cielo, sonriendo a Tu sonrisa, mi agradecimiento transformado en un hilo que me une indisolublemente a Ti.

Si, mi Jesús. En los días en que la oscuridad se cierne sobre mí como tormenta amenazadora, me inclino ante Ti convencido de que es Tu Voluntad que me abrace a Tu cruz. Nada soy, en Ti me refugio seguro de que la hora de la prueba pasará, y volverás a darme Tu Gracia y envolverme en Tu Paz. Sin los dolores y angustias de la vida no lograría ser Tu amigo, porque sin cruz aceptada con amor no hay unión verdadera contigo.

Si, mi Jesús. He aprendido a ser feliz en los momentos de angustia porque sé que Tu me recogerás de esta noche de mi alma y me volverás a la luz. Y he aprendido también a descansar en los momentos de paz y felicidad, porque sé que es el refugio que Tú me prodigas para prepararme a enfrentar la próxima cruz. Solo te pido, mi Buen Jesús, que me des humildad en la hora de la abundancia y esperanza en la hora de la prueba. Lo demás, lo entrego a Tu Santa Voluntad, para que mi vida ilumine una sonrisa en Tu Divino Rostro.
Por eso te digo, a cada instante: Si, mi Jesús, si, mi Señor, por supuesto que si. A Ti te digo siempre que si.


sábado, 18 de mayo de 2019

Con el pasado aprendes, con el presente renaces y con el futuro sueñas. Vivir empezando, es la forma de llegar.

Imagen del sitio siercfraft.blogspot

OLVIDALO



Las resacas que dejaron
las tormentas de este año... ¡Olvídalas!

Los pasos tambaleantes,
los pasos retrasados, los pasos hacia atrás... ¡Olvídalos!

Las veces que pasaste ignorado, inadvertido, lastimado... ¡Olvídalas!

Los sueños consumidos, las ilusiones hechas cenizas,
 los intentos hechos polvo y el amor hecho recuerdo... ¡Olvídalos!

Las veces que latió tu corazón y nadie se dio cuenta,
que quisiste hacer y no te dejaron que abriste los ojos
y te cerraron los párpados... ¡Olvídalas!

Las estrellas apagadas, los días opacos, el tiempo en blanco,
 la luna dividida y las horas de tristeza... ¡Olvídalas!

El manto de insignificancia,
de masa, de anonimato...
de rutina... ¡Olvídalo!

Las espinas largas y hondas,
 los secretos angustiosos y tristes,
 las piedras altas e insalvables... ¡Olvídalas!

Las semillas que se te quedaron dormidas,
los vuelos que se te quedaron a ras de tierra,
 las rosas que se secaron antes de tiempo... ¡Olvídalas!

No vivas hacia atrás.
No comiences recargado de sombras.
No des la espalda a la luz.
No te reflejes en lo que pasaste.
No te aferres al mismo punto de partida.

Párate en la proa de tu barco, levanta de nuevo las velas,
mira hacia lo largo y lo ancho del mar...
cuando te convenzas de su inmensidad encontrarás otro camino
y, cuando mires al cielo parecerás gaviota
que apartándose de todo encuentra el camino.

Con el pasado aprendes, con el presente renaces
 y con el futuro sueñas.
Vivir empezando, es la forma de llegar.
Lo demás... ¡Olvídalo!



Autor: Zenaida Bacardí de Argamasilla
Envió: Violetta Castañeda

Sitio Encuentra.com
"

Olvida todo lo que fue y empieza de nuevo"
Cari.

viernes, 17 de mayo de 2019

La fe es muy importante, porque es el paso previo a la caridad, al amor. Por eso, he de fomentarla y cuidarla


Te comparto esta meditacion de hoy para ayudar a acrecentar mas la fe, gracias por
acompañar este dia con tu oracion que todos seamos Uno, y se cubra el cielo y la tierra,
con la Paz del Espiritu Santo.

El hombre espiritual es el cristiano que lleva al Espíritu Santo en su alma en gracia,
y tiene la mente y el pensamiento puestos en Cristo.
Su vida limpia, sobria y mortificada es la mejor preparación para ser digna morada 

del Espíritu, que habitará en él con todos sus dones.

Cuando el Espíritu Santo encuentra un alma bien dispuesta, se va adueñando de ella,
 y la lleva por caminos de oración cada vez más profunda, hasta que
“las palabras resultan pobres... y se deja paso a la intimidad divina,
en un mirar a Dios sin descanso y sin cansancio. Vivimos entonces como cautivos,
como prisioneros. Mientras realizamos con la mayor perfección posible,
dentro de nuestras equivocaciones y limitaciones, las tareas propias de nuestra
condición y de nuestro oficio, el alma ansía escaparse.
Se va hacia Dios, como el hierro atraído por la fuerza del imán.
Se comienza a amar a Jesús, de forma más eficaz, con un dulce sobresalto”

San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 296.


«Yo no busco recibir gloria de los hombres; pero os conozco y

 sé que no hay amor
 de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre 

y no me recibís;
 si otro viniera en nombre propio a ése lo recibiríais.
 ¿Cómo podéis creer vosotros, que recibís gloria unos de otros,
 y no buscáis la gloria que procede del único Dios?
No penséis que yo os acusaré ante el Padre;
 hay quien os acusa: Moisés, en quien vosotros esperáis.
 En efecto, si creyeseis a Moisés,
 tal vez me creeríais a mí, pues él escribió de mí.
 Pero si no creéis en sus escritos,

 ¿cómo vais a creer en mis palabras?» (Juan 5, 31-47)

Jesús, está claro que no puedo amarte si primero no creo.
La fe es muy importante, porque es el paso previo a la caridad, 

al amor.Por eso, he de fomentarla y cuidarla; no puedo jugar con la fe, 
ponerla en peligro.

«En otros tiempos se incitaba a los cristianos a renegar de Cristo;
en nuestra época se enseña a los mismos a negar a Cristo.
Entonces se impelía, ahora se enseña; entonces se usaba de la violencia,
ahora de insidias; entonces se oía rugir al enemigo, ahora,
presentándose con mansedumbre insinuante y rondando,

 difícilmente se le advierte»
  
(San Agustín).

La fe se robustece con el estudio, con la formación.
 es importante asistir a charlas de formación, pedir consejo

 para leer libros interesantes sobre la doctrina y la vida cristiana, etc. …

«Si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?»

Jesús, lo mismo que dices sobre Moisés, lo dices también sobre los apóstoles
 y los ministros de tu Iglesia: «Quien a vosotros oye, a mí me oye; quien a
vosotros desprecia, a mí me desprecia»(Lucas 10,16).

Si no oigo las enseñanzas de la Iglesia, si no las sigo, ¿cómo voy a creer?

Los judíos «creían» en las escrituras; sin embargo, Tú les dices que no creen
 en los escritos de Moisés porque creen a su modo, interpretan a su manera.

Igualmente, yo no puedo interpretar la escritura a mi manera.
«Quien a vosotros oye, a mi me oye.»



«Te aconsejo que no busques la alabanza propia, 

ni siquiera la que merecerías:
es mejor pasar oculto, y que lo más hermoso 

y noble de nuestra actividad,
de nuestra vida, quede escondido…

 ¡Qué grande es este hacerse pequeños!:
 «Deo omnis gloria!» -toda la gloria, para Dios»
(San Jose  Maria Escriba .Forja 1051).

«¿Cómo podéis creer vosotros, que recibís gloria unos de otros,
y no buscáis la gloria que procede del único Dios?»


Si me busco a mí mismo: quedar bien, triunfar, y que los demás

 me admiren,¿cómo voy a entenderte?
Tú mismo has dicho: «Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y la tierra,
 porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes,
y las revelaste a los pequeños»


Por eso, «¡Qué grande es este hacerse pequeños!»

Jesús, Tú eres Dios y naces en un establo, vives pobre en una aldea perdida,
 mueres ajusticiado en una cruz, 

y te escondes bajo las especies de los alimentos más vulgares de la tierra:
 vino y pan.

¿Por qué actúas así?

¿Qué me estás queriendo enseñar con esto?

Posiblemente quieres enseñarme que es mejor pasar oculto,
y que lo más hermoso y noble de nuestra actividad, de nuestra vida,
quede escondido.


No significa que deba hacer las cosas mal, o que me tenga que dedicar
a labores de segunda categoría.


Tú me quieres con prestigio profesional y humano, y en los lugares en los que
el ejemplo de mi vida cristiana pueda llegar a más gente.
Pero sin buscar la alabanza propia, ni siquiera la que me merecería.

Toda la gloria te la mereces Tú, que eres quien me ha dado mi inteligencia,
 tantos medios materiales, la formación religiosa, continuas gracias espirituales,
una familia como la que tengo, etc.
Ayúdame, Jesús, a buscar siempre y en todo tu voluntad y tu gloria.



Esta meditación está tomada de:
"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona

jueves, 16 de mayo de 2019

Hoy Te Alabamos Señor!!!Digno eres, Señor Dios nuestro, de recibir la alabanza, la gloria y el honor y la bendición: Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.























Alabanzas que se han de decir en todas las Horas

Santo, santo, santo Señor Dios omnipotente, el que es y el que era y el que ha de venir: Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Digno eres, Señor Dios nuestro, de recibir la alabanza, la gloria y el honor y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Digno es el cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la divinidad y la sabiduría y la fortaleza y el honor y la gloria y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos y los que teméis a Dios, pequeños y grandes:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Los cielos y la tierra alábenlo a él que es glorioso:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Y toda criatura que hay en el cielo y sobre la tierra, y las que hay debajo de la tierra y del mar, y las que hay en él:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Como era en el principio y ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

Oración: Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, todo bien, sumo bien, total bien, que eres el solo bueno, a ti te ofrezcamos toda alabanza, toda gloria, toda gracia, todo honor, toda bendición y todos los bienes. Hágase. Hágase. Amén.

Tomado del sitio de los Franciscanos: franciscanos.org

Hermoso Animate a decirlo y Alabar a Dios a todas horas y el Señor estara contigo, ayudandote lo he experimentado y este es mi testimonio aqui te comparto un video hermoso de una cantante cristiana que admiro por su historia de vida.


miércoles, 15 de mayo de 2019

Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno; que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos.



Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.

“Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el sol y la luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso...

“Dale gracias por todo, porque todo es bueno”
San Josemaría Escrivá,Camino, n. 268.
El Señor nos enseñó a ser agradecidos hasta por los favores más pequeños: Ni un vaso de agua que deis en mi nombre quedará sin su recompensa.
 El samaritano que volvió a dar gracias se marchó con un don todavía mayor: la fe y la amistad del Señor: Levántate y vete, tu fe te ha salvado, le dijo Jesús. Los nueve leprosos desagradecidos se quedaron sin la parte mejor que les había reservado. El Señor espera de nosotros los cristianos que cada día nos acerquemos a Él para decirle muchas veces: “¡Gracias, Señor!”.

Como virtud humana, la gratitud constituye un eficaz vínculo entre los hombres y revela con bastante exactitud la calidad interior de la persona. “Es de bien nacidos ser agradecidos”, dice la sabiduría popular. Y si falta esta virtud se hace difícil la convivencia humana.

Cuando somos agradecidos con los demás guardamos el recuerdo afectuoso de un beneficio, aunque sea pequeño, con el deseo de pagarlo de alguna manera. En muchas ocasiones solo podremos decir “gracias”, o algo parecido. En la alegría que ponemos en ese gesto va nuestro agradecimiento. Y todo el día está lleno de pequeños servicios y dones de quienes están a nuestro lado. Cuesta poco manifestar nuestra gratitud y es mucho el bien que se hace: se crea un mejor ambiente, unas relaciones más cordiales, que facilitan la caridad.

La persona agradecida con Dios lo es también con quienes la rodean. Con más facilidad sabe apreciar esos pequeños favores y agradecerlos. El soberbio, que solo está en sus cosas, es incapaz de agradecer; piensa que todo le es debido.

Si estamos atentos a Dios y a los demás, apreciaremos en nuestro propio hogar que la casa esté limpia y en orden, que alguien haya cerrado las ventanas para que no entre el frío o el calor, que la ropa esté limpia y planchada... Y si alguna vez una de estas cosas no está como esperábamos, sabremos disculpar, porque es incontablemente mayor el número de cosas gratas y favores recibidos.

Finalizamos meditando esta oracion

En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo. Porque tu gloria resplandece en cada uno de los Santos, ya que, al coronar sus méritos, coronas tus propios dones. Con su vida, nos proporcionas ejemplo; ayuda, con su intercesión, y por la comunión con ellos, nos haces participar de sus bienes, para que, alentados por testigos tan insignes, lleguemos victoriosos al fin de la carrera y alcancemos con ellos la corona inmortal de la gloria. Por Cristo, Señor nuestro.Amen.
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viernes, 10 de mayo de 2019

Meditando en el Mes de Maria



«Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltase el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le respondió: Mujer ¿qué nos va a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga.

Había allí seis tinajas de piedra preparadas para las purificaciones de los judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora y llevad al maestresala. Así lo hicieron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde provenía, aunque los sirvientes que sacaron el agua lo sabían, llamó al esposo y le dijo: Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú, al contrario, has guardado el vino bueno hasta ahora. Así en Caná de Galilea hizo Jesús el primero de sus milagros con el que manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.» (Juan 2, 1-11)

Jesús, habías ido a Caná a acompañar a tu madre en la celebración de las bodas de algún amigo de la familia.

No tenías intención de hacer nada extraordinario todavía.

Acababas de escoger a tus discípulos y les estabas empezando a enseñar las verdades del Reino de los Cielos.

No era prudente, tal vez, empezar a hacer milagros sin antes preparar a los apóstoles para que pudieran entender tu divinidad.
Por eso le dices a María: «Todavía no ha llegado mi hora.»
Sin embargo, tu madre te conoce bien y no quiere que sus amigos se queden sin vino pues, en esas fiestas, hubiera significado un trastorno muy grande para los esposos.
María se da cuenta de la necesidad incluso antes que los propios interesados, y se apresura a pedir la intercesión de su Hijo.
Madre, si así te comportas con los amigos, ¿qué no harás por mí, que soy tu hijo?
A pesar de la resistencia inicial de Jesús, le dices a los sirvientes: «Haced lo que él os diga».

¡Qué gran consejo para todos los hombres de todos los tiempos!

Ayúdame, madre mía, para que sepa hacer cada día lo que tu Hijo me diga.
Jesús, aquellos sirvientes te obedecieron con fe: llenaron las tinajas «hasta arriba».
No pusieron un poco para «hacer la prueba», sino que se fiaron de Ti.
También yo debo fiarme de Ti, y darme del todo en lo que me pidas.


 «María, Maestra de oración. -Mira cómo pide a su Hijo, en Caná. Y cómo insiste, sin desanimarse, con perseverancia. -Y cómo logra.


-Aprende» (Camino.-502).

Madre, enséñame a rezar con esa fe, con esa perseverancia, con esa confianza.

A veces pido cosas a Jesús, y parece como si Él me respondiera: «Todavía no ha llegado mi hora».

Y me canso de pedir.

En esos casos, madre, ayúdame tú: intercede por mí.

«María es, al mismo tiempo, una madre de misericordia y de ternura, a la que nadie ha recurrido en vano; abandónate lleno de confianza en su seno materno, pídele que te alcance esta virtud (de la humildad) que Ella tanto apreció; no tengas miedo de no ser atendido. María la pedirá para ti a ese Dios que ensalza a los humildes y reduce a la nada a los soberbios; y comoMaría es omnipotente cerca de su Hijo, será con toda seguridad oída. Recurre a Ella en todas tus cruces, en todas tus necesidades, en todas las tentaciones. Sea María tu sostén, sea María tu consuelo». (León XIII).

Sé que una oración que te gusta mucho es el rosario, y que en varias apariciones has dicho que te pidamos cosas rezándolo cada día.

Por eso, un propósito muy concreto es rezar cada día el rosario, o -al menos- algún misterio del rosario, pidiéndote las cosas que me interesan o me preocupan.

Si rezo con fe y con perseverancia, estoy seguro que tú conseguirás de tu Hijo Jesús lo que mejor me convenga.

Y también es seguro que estarás atenta a que no me aleje del camino cristiano, recordándome una y otra vez -y ayudándome a ponerlo en práctica- lo que le dijiste a los siervos de Caná:«Haced lo que él os diga».

Esta meditación está tomada de:
"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona

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Nuestra Señora de Lourdes

El 8 de diciembre de l854 el Papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Como queriendo indicar que el Cielo ratificaba lo que había hecho en la tierra el Vicario de Jesucristo, el 11 de febrero, cuatro años después en l858, la Virgen María se aparecía a la niña Bernardita Soubirous. Y lo hacía durante dieciocho veces.

Ella nació en l844 y fue la mayor de seis hermanos. Era una chica sencilla, sin apenas preparación ni cultura, pues sus padres sumamente pobres, no pudieron enviarla a hacer estudios especiales. En la tercera aparición, le dijo la Virgen María: "No te haré feliz en este mundo sino en el otro". Y lo cumplió. No fue en su vida -ni seglar ni religiosa- llevada en palmas, como se podría suponer. El calvario que esperaba a la pobre Bernardita no es fácil describirlo en pocas líneas. Sus parientes no le creyeron el relato de las visiones y le prohibieron volver a la gruta, pero impulsada por una fuerza interior, allí acudió y allí vió a la Virgen dieciocho veces.

Aquel humilde paraje de Lourdes pronto se hizo famoso en todo el mundo. Empezaron a acudir peregrinos venidos de todas partes. Es uno de los Santuarios más visitados y más venerados de todos los continentes. Allí han ido descreídos y han encontrado la fe. Enfermos de cuerpo y alma, y han hallado la salud para ambas cosas o para una de las dos. Allí se respira una gran devoción, la Presencia de Jesucristo en la Eucaristía, del amoroso perdón y de la actividad de la Mediadora de todas las gracias. Son muchos los milagros que desde la Gruta de Massabielle obra la Virgen María, a cuantos acuden a Ella.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Garabandal






































Hermosa Pelicula para conocer mas sobre Nuestra Madre!!!!

Visita el Sitio Pueblo de Maria

Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia.
 Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia.
 Pero antes tenemos que ser muy buenos. Si no lo hacemos nos vendrá un castigo. 
Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande.


Segundo mensaje:

-18 de Junio de 1965

-


La Virgen dijo "Me da mucha pena decíroslo yo, pero os lo tengo que decir para vuestro bien", por esta causa fue el Arcángel San Miguel quien lo dijo a Conchita el día 18 de Junio de 1965.

El mensaje que la Santísima Virgen ha dado al mundo por la intercesión de San Miguel.

El Ángel ha dicho:

Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas mas almas. La Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros con nuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con alma sincera, Él os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros mas, pensad en la Pasión de Jesús.


Aqui un video del sitio Pueblo de Maria que tambien esta en Youtube
Gracias Amigos por ayudar a dar a conocer este regalo de Maria Santísima al mundo entero, desde aqui me sumo a la difusión para que muchos mas comiencen un camino de amor y conversión-