Lo que vale, cuesta: cuesta hacer bien el trabajo, estudiar al máximo de mis posibilidades, subir un monte, ganar en cualquier deporte, y también cuesta la santidad.
Pero vale la pena.
Al revés también se cumple: lo que no cuesta, no vale.
En un primer momento puede parecer que sí compensa, precisamente porque no cuesta esfuerzo; pero luego aquello me deja vacío.
En mi camino de santidad -de mi amor a Dios- no me puede extrañar que encuentre dificultades y resistencias.
De esta manera, Jesús, me afianzas y me robusteces para que mi amor a Ti crezca y no te abandone en el tiempo de prueba.
Pero tengo que decidirme seriamente, de verdad, a seguirte.
Porque no hay nada peor que la entrega a medias, que el sacrificio por compromiso o la vida tibia.
Para encontrar la verdadera alegría, la paz que más llena, hay que entregarse de veras. Un día y otro día, con cansancio, con dificultades, con esfuerzo.
«Pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.»
Entonces sí.
Entonces vienen los frutos: el gozo del trabajo bien hecho; el gozo de ser útil a los demás; el gozo de ayudarte un poco, Jesús, en la tarea de la Redención.
«Y nadie os quitará vuestro gozo.»
Jesús: nada ni nadie podrá quitarme esta alegría, porque está por encima de mis éxitos personales, de mis fracasos, de mis preocupaciones humanas.
Ni siquiera la muerte me podrá apartar de esa alegría, puesto que, tanto para mí como para mis seres queridos, la muerte será la puerta de «la Felicidad de la Gloria, que no tendrá fin.»
Jesús Nos dice en el Evangelio de la misa:
Venid a Mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré (Mateo 11, 28-30).
Las cargas más pesadas de los hombres son los pecados; en la Confesión se nos libera mediante el perdón de los mismos, porque los pecados -aun los veniales- abruman y oprimen. De este sacramento salimos restaurados, dispuestos de nuevo para luchar llenos de paz. El Señor, a cambio de estas cargas del pecado, de la soberbia, de la falta de generosidad..., nos invita a compartir su yugo. Es un dulce peso aquella parte de la Cruz que a cada uno nos toca llevar. Junto a Cristo, las dificultades que encontramos en la vida adquieren un sentido bien diferente. En vez de ser "nuestra cruz" se convierten en la Cruz de Cristo con quien corredimimos, se purifican nuestras faltas y crecen las virtudes. El camino que sigue de cerca las pisadas de Cristo está lleno de alegría, de optimismo y de paz, aunque estemos siempre cerca de la Cruz.
Esta meditación está tomada de: "Una cita con Dios" de Pablo Cardona.
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona
Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona
"La oración" es la humildad del hombre que reconoce su profunda miseria y la grandeza de Dios, a quien se dirige y adora, de manera que todo lo espera de El y nada de sí mismo.
"La fe" es la humildad de la razón, que renuncia a su propio criterio y se postra ante los juicios y la autoridad de la Iglesia.
"La obediencia" es la humildad de la voluntad, que se sujeta al querer ajeno, por Dios.
"La castidad" es la humildad de la carne, que se somete al espíritu.
"La mortificación" exterior es la humildad de los sentidos.
"La penitencia" es la humildad de todas las pasiones, inmoladas al Señor.
La humildad es la verdad en el camino de la lucha ascética.
Autor: San Josemaría Escrivá de Balaguer
Hoy te comparto estas meditaciones
Esta cuarentena obligada quisiera contarte un poco de mi, estas meditaciones me ayudan a crecer en el camino espiritual, un camino que fue creciendo de la Mano de Jesus y Maria, conocerlos me ayudo mucho a atravesar los dificiles momentos que pase, como la perdida de mi hijo Lucas, la perdida de Gabriel, mi compañero de vida.
Estar cerca de ellos, de Jesús y Maria Santísima me da esperanza y fortalece la fe, poco a poco te ire contando como fue mi encuentro con ellos, como conoci el Amor de Jesus que no se compara a nada en esta tierra, a raiz de esa experiencia empece a escribir aqui y en otros sitios, porque es verdad que cuando amas a algo o alguien lo dices todo el tiempo a la persona que amas o al proyecto , hijos etc. Por eso esta dedicado este sitio a Maria Santisima, porque desde todo mi ser deseo que Jesus y Maria sepan cuanto los Amo y acepto esta vida como una gracia de Dios, te animo que los conozcas si aun no los conoces, habla con Dios en tu corazon, El te escuchara.
Dios te bendiga mucho
.
Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Hoy trataré de ajustarme a la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en el. Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré, ni lamentaré: agradeceré que haya sucedido. Porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz.
Hoy seré dueño de mis sentimientos, de mis nervios, de mis impulsos. Para triunfar tengo que tener dominio de mi mismo. Hoy trabajaré alegremente, con entusiasmo y pasión. Haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Comprobaré mis pequeños triunfos, no pensaré en los fracasos.
Hoy seré amigable. No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar una persona, cambiaré la crítica por elogios; toda persona tiene sus defectos y sus virtudes. Olvidaré los defectos y concentraré mi atención en las virtudes. Hoy evitaré discusiones desagradables.
Hoy voy a eliminar dos plagas: la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma, con paciencia, porque la prisa es la enemiga de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me acose ni que la impaciencia me abrume. Hoy tendré confianza en mí mismo.
Hoy no envidiaré a los que tienen más dinero, más belleza o mas salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con otros que sufren más.
Hoy no tendré miedo. Actuaré valientemente. El futuro me pertenece.
Hoy no pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa a otras personas. Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con su amor. Hoy haré un bien a alguien. Seré cortés y generoso.
Trataré de pagar un mal con un bien. Al llegar la noche comprobaré que Dios me premió con un bien. Al llegar la noche comprobaré que Dios me premió con un día de plena felicidad. Y mañana haré otro día como hoy.
Mi Camino Espiritual
Servicio y Oracion
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DOCE MANERAS DE SEGUIR SONRIENDO
Aférrate a tus sueños, y no los abandones jamás.
¡Muestra al mundo lo maravillosos que puedes ser!
Confía en las posibilidades de la vida, y no te apresures a juzgar a los demás.
Confía en la estrella que brilla en tu cielo.
Encara tus problemas uno por uno para vencerlos.
Confía en toda tu fuerza interior.
Muestra al mundo la luz secreta de tu alma.
No huyas de aquellos que traen amor a tu vida.
Mira lo bueno en la vida y no sucumbas a las adversidades.
Muéstrate tal como eres, pues tienes cualidades especiales que te han sostenido hasta ahora, y que siempre te sostendrán.
No pierdas el valor.
¡Llena tu corazón de felicidad y espárcela en todo lo que hagas!
Autor: Douglas Page Envió: Ignacio Gómez para Encuentra.com
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DOCE MANERAS DE SEGUIR SONRIENDO
Aférrate a tus sueños, y no los abandones jamás.
¡Muestra al mundo lo maravillosos que puedes ser!
Confía en las posibilidades de la vida, y no te apresures a juzgar a los demás.
Confía en la estrella que brilla en tu cielo.
Encara tus problemas uno por uno para vencerlos.
Confía en toda tu fuerza interior.
Muestra al mundo la luz secreta de tu alma.
No huyas de aquellos que traen amor a tu vida.
Mira lo bueno en la vida y no sucumbas a las adversidades.
Muéstrate tal como eres, pues tienes cualidades especiales que te han sostenido hasta ahora, y que siempre te sostendrán.
No pierdas el valor.
¡Llena tu corazón de felicidad y espárcela en todo lo que hagas!
Autor: Douglas Page Envió: Ignacio Gómez para Encuentra.com
Aqui quiero contarte que encontre un grupo de catolicos con videos inspiradores
que paso ahora a compartir, me llena el corazon saber que somos muchos los que tenemos a Jesus en el alma..... Dios les Bendiga!
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