jueves, 7 de marzo de 2019

Escuchar a Cristo y obedecer su voz: este es el camino real, el único que conduce a la plenitud de la alegría y del amor.



Meditacion de Hoy 

ESCUCHAR A CRISTO, COMO MARÍA
Benedicto XVI, Ángelus del 12 de marzo de 2006

Queridos hermanos y hermanas:

Ayer por la mañana concluyó la semana de ejercicios espirituales, que el patriarca emérito de Venecia, cardenal Marco Cè, predicó aquí, en el palacio apostólico. Fueron días dedicados totalmente a la escucha del Señor, que siempre nos habla, pero espera de nosotros mayor atención, especialmente en este tiempo de Cuaresma. Nos lo recuerda también la página evangélica de este domingo, que propone de nuevo la narración de la transfiguración de Cristo en el monte Tabor.

Mientras estaban atónitos en presencia del Señor transfigurado, que conversaba con Moisés y Elías, Pedro, Santiago y Juan fueron envueltos repentinamente por una nube, de la que salió una voz que proclamó: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo» (Mc 9,7).

Cuando se tiene la gracia de vivir una fuerte experiencia de Dios, es como si se viviera algo semejante a lo que les sucedió a los discípulos durante la Transfiguración: por un momento se gusta anticipadamente algo de lo que constituirá la bienaventuranza del paraíso. En general, se trata de breves experiencias que Dios concede a veces, especialmente con vistas a duras pruebas. Pero a nadie se le concede vivir «en el Tabor» mientras está en esta tierra. En efecto, la existencia humana es un camino de fe y, como tal, transcurre más en la penumbra que a plena luz, con momentos de oscuridad e, incluso, de tinieblas. Mientras estamos aquí, nuestra relación con Dios se realiza más en la escucha que en la visión; y la misma contemplación se realiza, por decirlo así, con los ojos cerrados, gracias a la luz interior encendida en nosotros por la palabra de Dios.

También la Virgen María, aun siendo entre todas las criaturas humanas la más cercana a Dios, caminó día a día como en una peregrinación de la fe (cf. Lumen gentium, 58), conservando y meditando constantemente en su corazón las palabras que Dios le dirigía, ya sea a través de las Sagradas Escrituras o bien mediante los acontecimientos de la vida de su Hijo, en los que reconocía y acogía la misteriosa voz del Señor. He aquí, pues, el don y el compromiso de cada uno de nosotros durante el tiempo cuaresmal: escuchar a Cristo, como María. Escucharlo en su palabra, custodiada en la Sagrada Escritura. Escucharlo en los acontecimientos mismos de nuestra vida, tratando de leer en ellos los mensajes de la Providencia. Por último, escucharlo en los hermanos, especialmente en los pequeños y en los pobres, para los cuales Jesús mismo pide nuestro amor concreto. Escuchar a Cristo y obedecer su voz: este es el camino real, el único que conduce a la plenitud de la alegría y del amor.

[Después del Ángelus] Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española... En nuestro camino hacia la Pascua, la liturgia del segundo domingo de Cuaresma nos invita a contemplar a Jesús como al Hijo amado del Padre que se entrega por nuestra salvación, para que también nosotros, mediante la ofrenda de nuestra propia vida, seamos transformados a su imagen.

Excelente Muy Buena la carta del Papa Benedicto, la parte donde dice"..Cuando se tiene la gracia de vivir una fuerte experiencia de Dios, es como si se viviera algo semejante a lo que les sucedió a los discípulos durante la Transfiguración: por un momento se gusta anticipadamente algo de lo que constituirá la bienaventuranza del paraíso. En general, se trata de breves experiencias que Dios concede a veces, especialmente con vistas a duras pruebas. Pero a nadie se le concede vivir «en el Tabor» mientras está en esta tierra. En efecto, la existencia humana es un camino de fe y, como tal, transcurre más en la penumbra que a plena luz, con momentos de oscuridad e, incluso, de tinieblas. Mientras estamos aquí, nuestra relación con Dios se realiza más en la escucha que en la visión; y la misma contemplación se realiza, por decirlo así, con los ojos cerrados, gracias a la luz interior encendida en nosotros por la palabra de Dios."


Hoy te invito a que juntos meditemos esta Palabra del Papa, y recemos tambien por nuestras tinieblas aquello que nos preocupa, que sepamos entregar nuestra cruz a Dios, no pidiendo la paz ahora ya , si no mas bien pidamos la fortaleza que tuvo Jesus y Maria, los apostoles, los santos, para transitar esta tierra, y que cada vez amemos mas a Dios Padre y los testimonios que nos envia para nuestra conversion verdadera.

Dios todopoderoso, luz de los que en ti creen, haz que la tierra se llene de tu gloria y todos reconozcamos a tu Hijo como el único santo, el único Señor, el único altísimo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Durante este dia Jueves 7 de Marzo medita esta palabra y vuelve a ella cada vez que lo necesites, busca en tu biblia y lee medita reza el rosario , juntos iremos creciendo en Amor a Dios de apoco, recuerda que la constancia y la disciplina tambien es importante en el Espiritu, alimentemos el Espiritu y conversemos con Nuestro Padre, pues a El volveremos cuando ya no transitemos esta Bendita Tierra. 

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