miércoles, 11 de marzo de 2020

Ho«¡Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros!» «¡Santa Bernardita, ruega por nosotros! «¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos!»y 11 de Marzo!! Nuestra Señora de Lourdes, recemos,

Hola Buen Dia, Hoy es Miercoles 11 de Marzo, como todos los 11 de mes se recuerda a Nuestra Señora de Lourdes.
Algo muy lindo para compartir y ayudar a Nuestra Vida Espiritual, Desde que llegue a esta Hermosa ciudad me encontre con Radio Maria la sintonice con la esperanza de encontrar alguna radio que pase la musica cristiana que tanto me gusta, pues me trasmite paz al alma, y ahi la encontre, te cuento que me levanto a las seis para escuchar y rezar el Santo Rosario y ademas luego tienen la oracion de Laudes, que son Salmos a Dios, se convirtio la radio en mi amiga y compañera de estudio, desde tempranito y hasta tarde escuchar el rosario y los rezos ayudan al Apostolado y te hacen la vida mas linda de la Mano tierna de Nuestra Madre.

Te dejo el link para que la busques vos tambien!
RADIO MARIA ARGENTINA

Te cuento un poco de Nuestra Señora de Lourdes



Nuestra Señora de Lourdes.




El 8 de diciembre de l854 el Papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Como queriendo indicar que el Cielo ratificaba lo que había hecho en la tierra el Vicario de Jesucristo, el 11 de febrero, cuatro años después en l858, la Virgen María se aparecía a la niña Bernardita Soubirous. Y lo hacía durante dieciocho veces.

Ella nació en l844 y fue la mayor de seis hermanos. Era una chica sencilla, sin apenas preparación ni cultura, pues sus padres sumamente pobres, no pudieron enviarla a hacer estudios especiales. En la tercera aparición, le dijo la Virgen María: "No te haré feliz en este mundo sino en el otro". Y lo cumplió. No fue en su vida -ni seglar ni religiosa- llevada en palmas, como se podría suponer. El calvario que esperaba a la pobre Bernardita no es fácil describirlo en pocas líneas. Sus parientes no le creyeron el relato de las visiones y le prohibieron volver a la gruta, pero impulsada por una fuerza interior, allí acudió y allí vió a la Virgen dieciocho veces.

Aquel humilde paraje de Lourdes pronto se hizo famoso en todo el mundo. Empezaron a acudir peregrinos venidos de todas partes. Es uno de los Santuarios más visitados y más venerados de todos los continentes. Allí han ido descreídos y han encontrado la fe. Enfermos de cuerpo y alma, y han hallado la salud para ambas cosas o para una de las dos. Allí se respira una gran devoción, la Presencia de Jesucristo en la Eucaristía, del amoroso perdón y de la actividad de la Mediadora de todas las gracias. Son muchos los milagros que desde la Gruta de Massabielle obra la Virgen María, a cuantos acuden a Ella.



En la novena aparición, “la Dama” pidió a Bernardita que fuera a rascar el suelo, diciéndola: “Vaya a beber y a lavarse en la fuente”. Con esos gestos se nos desvela el misterio mismo del corazón de Cristo: “Un soldado, con la lanza, le traspasó el costado y, al punto, brotó sangre y agua”. El corazón del hombre, herido por el pecado, está significado en las hierbas y el barro: Pero en el fondo del corazón está la vida misma de Dios, representada en la fuente. 
Le preguntaron a Bernardita si la Señora le había hablado, si le había dicho algo y ella respondió: «Sí, la Señora repetía: Penitencia, penitencia, penitencia.
 Rece por los pecadores». Recordemos que «Penitencia» significa «Conversión». 
Para la Iglesia la conversión consiste, como Jesucristo lo enseña, en volver nuestro corazón a Dios y a los hermanos.


Bendito seas, Dios, Padre nuestro,
que creaste a María tan bella,
y nos la diste por Madre
junto a la Cruz de Jesús.
Bendito seas porque nos llamaste,
como a Bernardita,
para ver a María en tu luz
y beber en la fuente de tu Corazón.
Tu conoces, María, las miserias y pecados
de nuestras vidas y de nuestro mundo.
Nos confiamos a ti en este día,
totalmente y sin reservas.
Queremos renacer de ti cada día
por el poder del Espíritu,
y vivir la vida de Jesús como
humildes servidores de nuestros hermanos.

Enséñanos, María,
a llevar la vida del Señor.
Enséñanos el Sí de tu corazón.


Una Lectura del Evangelio que me hace Meditar , para rezar durante el dia de Hoy.

«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas, si no, os lo hubiera dicho, porque voy a prepararos un lugar; y cuando haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí para que, donde yo estoy, estéis también vosotros; a donde yo voy, sabéis el camino. Tomás le dijo: Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podremos saber el camino? Le respondió Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por mí.» (Juan 14, 1-6).


Jesús, ésta es la gran pregunta de cada hombre, de mí mismo: «¿cómo podremos saber el camino?», ¿cómo sé por dónde debo ir para alcanzar la vida eterna, la felicidad en la tierra y, después, en el cielo?

¿Cómo puedo ser feliz?

«Yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no lo encontraba, hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»(San Agustín).

«Yo soy el Camino; nadie va al Padre sino por mí.»

Nadie.

Jesús, sólo hay un modo de llegar a Dios, y eres Tú: seguir el ejemplo de tu vida, vivir esa vida de la gracia que me das en los sacramentos, que es tu misma vida: «Yo soy la Vida» Toda otra vida es efímera, todo otro objetivo es superficial, si se aparta de ese «Camino» que lleva a la verdadera felicidad.

Toda «verdad» en dirección opuesta es mentira, porque sólo Tú eres la «Verdad».

Jesús, a veces me dejo convencer por esas felicidades inmediatas pero huecas que produce mi egoísmo: comodidad, pereza, sensualidad, orgullo.

Ayúdame a no apartarme de tu camino; y si me aparto -aunque la desviación sea pequeña-, que vuelva cuanto antes a él por la confesión.

Gracias, Jesús, porque con tu vida me has dejado un sendero claro, me has marcado el camino que conduce a la felicidad.

Un camino que, a veces, es difícil de ver, porque pasa por el sacrificio, por darse a los demás, por no buscarme a mi mismo.

Jesús, Tú eres el hombre más feliz que jamás ha existido ni existirá en la tierra, y la segunda persona más feliz es la Virgen María.

Pero cuanto habéis sufrido también...

Sin embargo, no ha sido un sacrificio inútil, sino por amor, y ése sacrificio es el que aumenta la capacidad de amar y, por tanto, de ser feliz.



«Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Con estas inequívocas palabras, nos ha mostrado el Señor cuál es la vereda auténtica que lleva a la felicidad eterna. Yo soy el camino: Él es la única senda que enlaza el Cielo con la tierra. Le declara a todos los hombres, pero especialmente nos lo recuerda a quienes, como tú y como yo, le hemos dicho que estamos decididos a tomarnos en serio nuestra vocación de cristianos, de modo que Dios se halle siempre presente en nuestros pensamientos, en nuestros labios y en todas las acciones nuestras, también en aquellas más ordinarias y corrientes.

Jesús es el camino. Él ha dejado sobre este mundo las huellas limpias de sus pasos, señales indelebles que ni el desgaste de los años ni la perfidia del enemigo han logrado borrar» (Amigos de Dios.-127).
Jesús, has dejado unas huellas imborrables que marcan el camino, unas señales indelebles que me indican dónde está la verdad, unas fuentes inagotables de donde mana la vida espiritual: los sacramentos.

La vida cristiana -que es esencialmente sobrenatural- se nutre de los sacramentos que Tú has dejado a la Iglesia.

Sin el apoyo de los sacramentos, la oración se convierte en cavilación, y las buenas obras en sentimentalismo.

Jesús, Tú eres la única senda que enlaza el Cielo con la tierra.

Y esa senda está marcada por los sacramentos, en especial por aquéllos que podemos recibir más a menudo: la Comunión y la Confesión.

¿Cuántas veces comulgo o me confieso?

¿Cómo comulgo y cómo me confieso?

Quiero estar preparado, Jesús, para que también a mi me puedas decir: «os llevaré junto a mí para que, donde yo estoy, estéis también vosotros.»


Te Comparti esta meditacion que me ayudara en este dia en la conversion verdadera, Un Abrazo, Cari.


encuentra.com
Esta meditación está tomada de:"Una cita con Dios" de Pablo Cardona.

Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona

Un Lindo Video que me encanto!!!!!
para este hermoso Miercoles!!!!!
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