Queridos Peregrinos
Con gran urgencia, los convocamos a un Rosario y Adoración diarios, en Vivo.
Nunca hasta ahora hubo un momento en que debiéramos estar más unidos por una intención.
Por eso, cada uno desde nuestro hogar, podemos responder al pedido de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, que nos llama a orar con el Santo Rosario y frente al Sagrario. Roguémosle a nuestra Madre que cubra al mundo entero con su Corazón Inmaculado y nos libre de la Pandemia originada por el Covid-19.
Desde este martes 24 de marzo, todos los días, de 21 a 23, nos conectaremos de manera remota para rezar en presencia del Santísimo Sacramento por esa intención, por los enfermos, por las intenciones del Santo Padre y a favor de la vida.
21 - 22 hs - Santo Rosario
22 -23 hs - Cantos y alabanzas a Jesús Eucaristía
Además, nuestra Madre nos llama a rezar con frecuencia las Consagraciones al Corazón Eucarístico de Jesús, y al Corazón Inmaculado de María.
Para conectarse los martes, jueves y sábado, cuando oraremos desde Argentina, se pueden conectar por:
- Aplicación Zoom (solo cupo de 100 personas) haciendo click en https://us04web.zoom.us/j/809366223
- A travez de la pagina de Facebook de Peregrinacion Salta en https://www.facebook.com/pg/INMACULADA-MADRE-DEL-DIVINO-CORAZON-EUCARÍSTICO-DE-JESÚS-199237244609/videos/
Los lunes, miércoles, viernes y domingo, desde Uruguay. Para conectarse esos días, hacer clic en https://www.facebook.com/peregrinaciones.asalta/
Rogamos a todos que nos acompañen y que difundan este pedido de oración!!
Están todos invitados!!!
Novedades 2020
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.LAS TRES AVEMARÍAS
Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:
"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.
La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.
Modo de practicar esta devoción:
Todos los días, rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!
1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría)
Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".
Visite: www.santisimavirgen.com.ar
LA REINA DE LA PAZ
El 24 de junio de 1981 la Santísima Virgen se apareció a seis jóvenes en el pueblo de Medjugorje (Yugoslavia).
Al principio la Virgen dijo: “YO SOY LA REINA DE LA PAZ” y el primer mensaje que dio al mundo fue el de la PAZ: “El mundo con estas tensiones va por el camino de la perdición. El mundo si quiere ser salvado debe encontrar la Paz, pero no encontrará la Paz si no encuentra a Dios. Aquellos que encuentran a Dios, experimentan el gozo del corazón del cual proviene la Paz”. Más tarde, con lágrimas en los ojos, dijo: “Paz, Paz, Paz, reconciliaos con Dios y entre vosotros” y también “Convertíos, es la palabra urgente que digo al mundo”.
He aquí un resumen de los mensajes que la REINA DE LA PAZ ha dado al mundo:
“Queridos hijos: Hoy os invito a orar por la PAZ. En este tiempo la PAZ está siendo amenazada de un modo especial. Os pido que renovéis el ayuno y la oración en vuestras familias, como al principio de Mi Venida. Hijos míos, deseo que comprendáis la importancia de Mi Venida y la seriedad de la situación y que mucho de lo que sucederá depende de vuestras oraciones. Vosotros oráis poco”. (Julio 1991)
“Amados hijos, vosotros sois importantes. Os necesito. Ayudadme con vuestra oración y ayuno para que Yo pueda realizar todo lo que deseo a través de los Secretos que comencé en Fátima. Procurad de manera muy sencilla el TRIUNFO DE MI INMACULADO CORAZÓN en un mundo de pecado”.
“Ahora más que nunca Satanás es fuerte y desea destruir los Planes de Paz y de Felicidad y desea destruir no sólo vuestra vida humana sino la Naturaleza y el Planeta en el cual vivís. Quiere pervertir al mayor número posible de personas y encaminarlas al pecado y a la muerte. Yo estoy con vosotros, y agradezco a Dios cada uno de los momentos que paso con vosotros. He venido aquí para ayudaros a vivir la BUENA NUEVA y guiaros al Cielo. Deseo salvar a todas las almas y llevarlas a Dios”.
“No deseo que habléis de oración, sino que oréis. Dios me ha enviado a vosotros para ayudaros. Si queréis, aferraos al ROSARIO. Sólo el ROSARIO puede hacer milagros en el mundo y en vuestra vida. No deseo que vuestra vida transcurra sólo en palabras sino que glorifiquéis a Dios con vuestras obras hechas con Amor”.
“Queridos hijos, orad y haced sacrificios por MIS INTENCIONES, para que Yo pueda presentar vuestras ofrendas a Dios por aquellas necesidades que son más apremiantes. Amados hijos, poned a un lado vuestros propios deseos y orad por lo que Dios quiere y no por lo que vosotros deseáis”. (Septiembre 1991)
“Queridos hijos: orad, orad, orad”. (Octubre 1991)
“Gracias por haber respondido a MI LLAMADA”.
La Santísima Virgen nos suplica también que “oremos especialmente por LOS NO CREYENTES y por LOS QUE NO VIVEN SU FE, pues no saben lo que les espera”
Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:
"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.
La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.
Modo de practicar esta devoción:
Todos los días, rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!
1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría)
Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".
Visite: www.santisimavirgen.com.ar
LA REINA DE LA PAZ
El 24 de junio de 1981 la Santísima Virgen se apareció a seis jóvenes en el pueblo de Medjugorje (Yugoslavia).
Al principio la Virgen dijo: “YO SOY LA REINA DE LA PAZ” y el primer mensaje que dio al mundo fue el de la PAZ: “El mundo con estas tensiones va por el camino de la perdición. El mundo si quiere ser salvado debe encontrar la Paz, pero no encontrará la Paz si no encuentra a Dios. Aquellos que encuentran a Dios, experimentan el gozo del corazón del cual proviene la Paz”. Más tarde, con lágrimas en los ojos, dijo: “Paz, Paz, Paz, reconciliaos con Dios y entre vosotros” y también “Convertíos, es la palabra urgente que digo al mundo”.
He aquí un resumen de los mensajes que la REINA DE LA PAZ ha dado al mundo:
“Queridos hijos: Hoy os invito a orar por la PAZ. En este tiempo la PAZ está siendo amenazada de un modo especial. Os pido que renovéis el ayuno y la oración en vuestras familias, como al principio de Mi Venida. Hijos míos, deseo que comprendáis la importancia de Mi Venida y la seriedad de la situación y que mucho de lo que sucederá depende de vuestras oraciones. Vosotros oráis poco”. (Julio 1991)
“Amados hijos, vosotros sois importantes. Os necesito. Ayudadme con vuestra oración y ayuno para que Yo pueda realizar todo lo que deseo a través de los Secretos que comencé en Fátima. Procurad de manera muy sencilla el TRIUNFO DE MI INMACULADO CORAZÓN en un mundo de pecado”.
“Ahora más que nunca Satanás es fuerte y desea destruir los Planes de Paz y de Felicidad y desea destruir no sólo vuestra vida humana sino la Naturaleza y el Planeta en el cual vivís. Quiere pervertir al mayor número posible de personas y encaminarlas al pecado y a la muerte. Yo estoy con vosotros, y agradezco a Dios cada uno de los momentos que paso con vosotros. He venido aquí para ayudaros a vivir la BUENA NUEVA y guiaros al Cielo. Deseo salvar a todas las almas y llevarlas a Dios”.
“No deseo que habléis de oración, sino que oréis. Dios me ha enviado a vosotros para ayudaros. Si queréis, aferraos al ROSARIO. Sólo el ROSARIO puede hacer milagros en el mundo y en vuestra vida. No deseo que vuestra vida transcurra sólo en palabras sino que glorifiquéis a Dios con vuestras obras hechas con Amor”.
“Queridos hijos, orad y haced sacrificios por MIS INTENCIONES, para que Yo pueda presentar vuestras ofrendas a Dios por aquellas necesidades que son más apremiantes. Amados hijos, poned a un lado vuestros propios deseos y orad por lo que Dios quiere y no por lo que vosotros deseáis”. (Septiembre 1991)
“Queridos hijos: orad, orad, orad”. (Octubre 1991)
“Gracias por haber respondido a MI LLAMADA”.
La Santísima Virgen nos suplica también que “oremos especialmente por LOS NO CREYENTES y por LOS QUE NO VIVEN SU FE, pues no saben lo que les espera”
(Palabras a Mirjana).
PAZ
A partir del tercer día la Virgen comunicó el primero y fundamental mensaje, diciendo: “Paz, paz, paz –y sólo paz–, reconcíliense entre ustedes. Si el mundo quiere ser salvado, tiene que buscar el camino de la paz”. La conversión, la oración y el ayuno nos llevan a la paz. El mundo encontrará la paz solamente si vuelve a Dios.
Primero hay que buscar la paz en el alma, para poder luego comunicarla a los demás. “Pongan la paz de Dios en su corazón, vívanla ustedes primero y luego difúndanla”, ha dicho la Virgen. También ha manifestado: “Ustedes se han alejado de Dios y han perdido la paz, por eso no saben amar y se odian. Si siguen así, se autodestruyen. Yo soy la Reina de la Paz, si me escuchan a mí obtendrán la paz y se salvarán. A Medjugorje he venido a traer la palabra paz y quiero que el Papa la lleve a todo el mundo. Queridos hijos, la paz no es posible sin la oración. La paz espiritual no se alcanza con métodos humanos; ninguna técnica nos da la paz, ninguna forma de concentración, sino sólo Jesucristo cuando nos encontramos con Él”.
FE
Nadie mejor que la Virgen conoce el valor de la fe y su necesidad para el hombre de hoy. Por ello, con frecuencia, la Virgen Santísima la recomienda a los videntes y los compromete a transmitirla a los demás. La indica como condición esencial para el cumplimiento de cualquier oración, deseo o súplica. La Virgen ha dicho:
Jueves 1 de OCTUBRE de 1981. A la pregunta si todas las religiones son buenas:
"Los miembros de todas las creencias son iguales ante Dios. Dios gobierna sobre toda creencia como un soberano en su reinado. En el mundo todas las religiones no son las mismas porque todos los hombres no han cumplido con los mandamientos de Dios. Los menosprecian y los rechazan".
¿Son todas las iglesias iguales?
"En algunas la fuerza de la oración a Dios es mayor, en otras es más pequeña. Eso depende de los sacerdotes al motivar a otros a la oración. También depende del poder que ellos tienen".
CONVERSIÓN
Lo que la Virgen espera de nosotros, el cambio de vida, implica un cambio de actitudes, de mente, de corazón, de sentimientos... Existe una conversión radical, indispensable para la salvación de quienes viven de espaldas a Dios. Pero también quienes viven habitualmente en gracia de Dios necesitan convertirse de sus pequeñas desviaciones cotidianas, endurecimientos del corazón... La Virgen nos invita a todos a la conversión, al cambio de vida. A apartar de nosotros todo aquello que nos separe de Dios.
La Virgen recomienda y enfatiza: “Purifiquen sus corazones, entren en sí mismos, confiesen sus pecados y cambien de vida. Muchos cristianos figuran sólo en el archivo parroquial, sin acordarse de su cristianismo. Otros van a la iglesia pero sin tener verdadera fe. Los cristianos deben ser para los demás un signo viviente que los ayude a convertirse y a salvarse. Todos deben convertirse”.
La Virgen nos da los medios para hacer posible la conversión: “La oración, el rosario, leer la Biblia, participar en la Misa, ayunar una vez por semana”. La Virgen ha dicho: “Cambien antes de que sea tarde”. Todos juntos podemos ganar esta batalla espiritual. La fuerza está en la oración. Vivir el mensaje de la Virgen significa acoger lo que Dios nos ofrece y rechazar lo que el mal nos ofrece.
María, Madre de Dios, Reina de la Paz, nos está diciendo que nos convirtamos. Convertirse quiere decir, volverse a Dios. Uno de los videntes dijo que todo lo que ella estaba diciendo estaba en los Evangelios. Dijo nuestra Señora: “Bien lo sé, pero tú no estás obrando de acuerdo”.
El Evangelio nos enseña a no preocuparnos por el vestido ni la comida: “Busquen ante todo el Reino de Dios y lo demás se les dará por añadidura.”. El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido. María nos pide ayunar a pan y agua y emplear varias horas en la oración, cada día, porque sólo esto puede llevar a un cambio radical en el que consiste la conversión. Esto traerá la paz que sobrepasa toda medida, una paz que el mundo no puede dar y que es el don del Príncipe de la Paz: Jesucristo.
AYUNO
Con el ayuno el hombre revisa, confirma y asegura el dominio sobre sí mismo. Solamente el hombre que sabe dominarse podrá ser libre y será capaz de entregarse a Dios y al prójimo como la fe lo quiere. La Virgen no pide que pasemos hambre, sino que llevemos una vida de pobres. Corazón de pobres abiertos al Señor. Si somos ricos decimos: “No tengo necesidad de nadie”. En cambio, el pobre dice: “Tengo necesidad de ti, Señor”.
La Santísima Virgen ha dicho: “El mejor ayuno es el de pan y agua, si es posible los viernes. Solamente los enfermos están dispensados del ayuno. La paz, la curación de los enfermos, cualquier gracia para el cuerpo y el alma, son inasequibles sin oración y ayuno. El ayuno puede alejar las guerras. Oren y ayunen. No tengo más que decirles, porque con la oración y el ayuno ustedes lo pueden conseguir todo”.
El ayuno y la oración son los medios para guiarnos en la búsqueda de la paz. El ayuno es la oración del cuerpo entero; es oración a través del cuerpo. El ayuno nos demuestra que nuestro cuerpo debe participar en nuestra oración, y que nuestra oración debe hacerse en el sentido más completo de la palabra.
Visite: www.santisimavirgen.com.ar
Un Pedacito del Cielo
PAZ
A partir del tercer día la Virgen comunicó el primero y fundamental mensaje, diciendo: “Paz, paz, paz –y sólo paz–, reconcíliense entre ustedes. Si el mundo quiere ser salvado, tiene que buscar el camino de la paz”. La conversión, la oración y el ayuno nos llevan a la paz. El mundo encontrará la paz solamente si vuelve a Dios.
Primero hay que buscar la paz en el alma, para poder luego comunicarla a los demás. “Pongan la paz de Dios en su corazón, vívanla ustedes primero y luego difúndanla”, ha dicho la Virgen. También ha manifestado: “Ustedes se han alejado de Dios y han perdido la paz, por eso no saben amar y se odian. Si siguen así, se autodestruyen. Yo soy la Reina de la Paz, si me escuchan a mí obtendrán la paz y se salvarán. A Medjugorje he venido a traer la palabra paz y quiero que el Papa la lleve a todo el mundo. Queridos hijos, la paz no es posible sin la oración. La paz espiritual no se alcanza con métodos humanos; ninguna técnica nos da la paz, ninguna forma de concentración, sino sólo Jesucristo cuando nos encontramos con Él”.
FE
Nadie mejor que la Virgen conoce el valor de la fe y su necesidad para el hombre de hoy. Por ello, con frecuencia, la Virgen Santísima la recomienda a los videntes y los compromete a transmitirla a los demás. La indica como condición esencial para el cumplimiento de cualquier oración, deseo o súplica. La Virgen ha dicho:
Jueves 1 de OCTUBRE de 1981. A la pregunta si todas las religiones son buenas:
"Los miembros de todas las creencias son iguales ante Dios. Dios gobierna sobre toda creencia como un soberano en su reinado. En el mundo todas las religiones no son las mismas porque todos los hombres no han cumplido con los mandamientos de Dios. Los menosprecian y los rechazan".
¿Son todas las iglesias iguales?
"En algunas la fuerza de la oración a Dios es mayor, en otras es más pequeña. Eso depende de los sacerdotes al motivar a otros a la oración. También depende del poder que ellos tienen".
CONVERSIÓN
Lo que la Virgen espera de nosotros, el cambio de vida, implica un cambio de actitudes, de mente, de corazón, de sentimientos... Existe una conversión radical, indispensable para la salvación de quienes viven de espaldas a Dios. Pero también quienes viven habitualmente en gracia de Dios necesitan convertirse de sus pequeñas desviaciones cotidianas, endurecimientos del corazón... La Virgen nos invita a todos a la conversión, al cambio de vida. A apartar de nosotros todo aquello que nos separe de Dios.
La Virgen recomienda y enfatiza: “Purifiquen sus corazones, entren en sí mismos, confiesen sus pecados y cambien de vida. Muchos cristianos figuran sólo en el archivo parroquial, sin acordarse de su cristianismo. Otros van a la iglesia pero sin tener verdadera fe. Los cristianos deben ser para los demás un signo viviente que los ayude a convertirse y a salvarse. Todos deben convertirse”.
La Virgen nos da los medios para hacer posible la conversión: “La oración, el rosario, leer la Biblia, participar en la Misa, ayunar una vez por semana”. La Virgen ha dicho: “Cambien antes de que sea tarde”. Todos juntos podemos ganar esta batalla espiritual. La fuerza está en la oración. Vivir el mensaje de la Virgen significa acoger lo que Dios nos ofrece y rechazar lo que el mal nos ofrece.
María, Madre de Dios, Reina de la Paz, nos está diciendo que nos convirtamos. Convertirse quiere decir, volverse a Dios. Uno de los videntes dijo que todo lo que ella estaba diciendo estaba en los Evangelios. Dijo nuestra Señora: “Bien lo sé, pero tú no estás obrando de acuerdo”.
El Evangelio nos enseña a no preocuparnos por el vestido ni la comida: “Busquen ante todo el Reino de Dios y lo demás se les dará por añadidura.”. El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido. María nos pide ayunar a pan y agua y emplear varias horas en la oración, cada día, porque sólo esto puede llevar a un cambio radical en el que consiste la conversión. Esto traerá la paz que sobrepasa toda medida, una paz que el mundo no puede dar y que es el don del Príncipe de la Paz: Jesucristo.
AYUNO
Con el ayuno el hombre revisa, confirma y asegura el dominio sobre sí mismo. Solamente el hombre que sabe dominarse podrá ser libre y será capaz de entregarse a Dios y al prójimo como la fe lo quiere. La Virgen no pide que pasemos hambre, sino que llevemos una vida de pobres. Corazón de pobres abiertos al Señor. Si somos ricos decimos: “No tengo necesidad de nadie”. En cambio, el pobre dice: “Tengo necesidad de ti, Señor”.
La Santísima Virgen ha dicho: “El mejor ayuno es el de pan y agua, si es posible los viernes. Solamente los enfermos están dispensados del ayuno. La paz, la curación de los enfermos, cualquier gracia para el cuerpo y el alma, son inasequibles sin oración y ayuno. El ayuno puede alejar las guerras. Oren y ayunen. No tengo más que decirles, porque con la oración y el ayuno ustedes lo pueden conseguir todo”.
El ayuno y la oración son los medios para guiarnos en la búsqueda de la paz. El ayuno es la oración del cuerpo entero; es oración a través del cuerpo. El ayuno nos demuestra que nuestro cuerpo debe participar en nuestra oración, y que nuestra oración debe hacerse en el sentido más completo de la palabra.
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Un Pedacito del Cielo